El servicio de Urología del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha puesto en marcha un nuevo procedimiento mínimamente invasivo con el que tratar afecciones retroperitoneales.
El procedimiento se denomina retroperitoneoscopia y supone un gran avance al implantar con éxito el acceso retroperitoneal para tratar las patologías del tracto urinario superior y las afecciones de la glándula suprarrenal, dentro del programa de Cirugía Laparoscópica, y evita la incisión propia de la cirugía abierta y se realiza a través de la parte posterior del abdomen, detrás del peritoneo o tejido que reviste la pared abdominal.
Tras una formación específica, y bajo la tutorización del doctor Ramiro Cabello, de la Fundación Jiménez Díaz, el equipo de Urología del Hospital de Guadalajara ha llevado a cabo con éxito una nefrectomía radical o extirpación del riñón mediante abordaje retroperitoneal, con resultado postoperatorio satisfactorio y alta hospitalaria a las 48 horas.
La retroperitoneoscopia es un procedimiento revolucionario que ofrece a los pacientes una nueva opción de tratamiento para una variedad de afecciones retroperitoneales que ha ido ampliando sus aplicaciones. Esta variante técnica se consolida como una buena vía de abordaje del riñón y, como ha explicado el jefe del servicio de Urología, Fernando Leal Hernández, presenta ventajas sobre la cirugía abierta o la laparoscopia transperitoneal.
Estas ventajas son principalmente “una menor morbilidad, una recuperación más rápida, mejor visualización del campo quirúrgico, fundamentalmente de los elementos vasculares y, sobre todo, una menor manipulación de los órganos intraperitoneales”, ha indicado.
En concreto, el procedimiento se dirige especialmente a los tumores localizados en la valva posterior o el tratamiento de alteraciones de la vía excretora, como las estenosis de la unión pielo-ureteral o la patología adrenal, entre otras. Se trata, ha explicado Fernando Leal, de un procedimiento idóneo en pacientes con antecedentes quirúrgicos abdominales donde no es viable el acceso transperitoneal empleado habitualmente en laparoscopia.
Además, se realiza sin tener que incidir en la cavidad abdominal, lo que disminuye el riesgo de lesiones a la vez que ofrece excelentes resultados quirúrgicos en términos funcionales y, en el caso de patología tumoral, con la misma seguridad oncológica que ofrecen los procedimientos clásicos. En comparación con la lumbotomía (acceso al riñón a través de una incisión próxima a la última costilla), minimiza el dolor postoperatorio, provoca menor daño estético y disminuye el índice de hernias incisionales, muy habituales en las cirugías abiertas.
Su puesta en marcha implica un concienzudo aprendizaje y destreza. En este sentido, el servicio de Urología del Hospital de Guadalajara cuenta con amplia experiencia en cirugía mínimamente invasiva que ha permitido afrontar con garantías el nuevo procedimiento para el tratamiento de tumores renales.
Esto ha hecho posible que a este último logro se le sume la reciente puesta en marcha del programa de abordaje laparoscópico de la cistectomía radical, esto es, la extirpación de la totalidad o parte de la vejiga, además de la próstata y vesículas seminales en el caso de los varones y la extirpación de útero, ovarios, trompas de Falopio y parte de la vagina en el caso de las mujeres.