La consulta de preanestesia: esta consulta no debe ser vista como un mero trámite. Muy al contrario, es un procedimiento clínico imprescindible para mejorar la seguridad del los pacientes y poner en marcha actuaciones concretas destinadas a prevenir complicaciones postoperatorias.
Tras revisar la historia clínica, realizar un interrogatorio específico y completar la historia en caso necesario con otras pruebas diagnósticas, el anestesiólogo elabora un informe preanestesico que especifica todos los tratamientos y medidas preventivas necesarias y que servirá de referencia para la anestesia. Otro objetivo no menos importante de esta consulta, es aclarar las dudas de los pacientes sobre la anestesia, e informarles de los riesgos específicos de cada caso concreto (en la medida en que ellos deseen conocerlos). Finalmente se solicitará del paciente que firme el consentimiento informado. Este documento es un requisito legal inexcusable para la práctica de la anestesia (con independencia del tipo de anestesia que se quiera emplear), salvo en procedimientos de extrema urgencia.
Como recomendaciones generales para acudir a esta consulta los usuarios deben recordar lo siguiente:
El ingreso para cirugía: supone uno de los momentos de mayor inquietud en todo el proceso. Es cada vez con más frecuente que los pacientes sean citados el mismo día de la intervención. En tal caso, y con independencia de otras instrucciones que hayan recibido deben observar las siguientes:
El momento de bajar a quirófano: la hora en que los pacientes son trasladados al área quirúrgica puede variar en función de las circunstancias de las cirugías anteriores. Los tiempos para cada proceso quirúrgico solo son estimaciones teóricas (estadísticas), excepcionalmente, puede ser inevitable posponer alguna intervención para otro día si han surgido complicaciones o retrasos importantes con otras operaciones. En nuestro hospital los pacientes pasan por la Unidad de Recuperación Postanestésica antes de ser trasladados al quirófano. En esta unidad el anestesiólogo se presenta, revisa todos los informes médicos y planifica la anestesia que llevará a cabo; los enfermeros habitualmente canalizarán un acceso venoso (ponen un gotero) y ocasionalmente administraran la medicación que indique el anestesiólogo. Los niños y personas con minusvalías psíquicas bajarán acompañados por algún familiar que pueda aportarle mayor bienestar psicológico. También es posible que en esta sala se administre la anestesia regional (ver más adelante) para cirugía de las extremidades (brazos y piernas), se pretende así no tener que esperar en el quirófano a que haga efecto.
¿Qué tipos de anestesia me pueden administrar?: básicamente existen dos modalidades básicas de anestesia: anestesia general, y anestesia local o regional. Para cada modalidad existen múltiples variantes, que además en ocasiones pueden combinarse entre sí.
La recuperación postoperatoria: después de la intervención los pacientes son trasladados a la Unidad de Recuperación Postanestésica. Esta unidad presta atención especializada, con distintos niveles de intensidad, hasta que el paciente puede ser trasladado a su habitación en la planta. La duración del tiempo de estancia es muy variable, desde pocos minutos hasta 48 horas, en función de las necesidades y de las posibles complicaciones del proceso. Cuando se espera que el paciente necesite tratamiento intensivo durante más de 24-48 suele ser trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos.
¿Cómo seremos informados de la evolución?: una vez finalizada la intervención, el cirujano responsable del paciente informa directamente a los familiares del resultado de la misma, de la recuperación del paciente, y de la unidad donde se encuentra, habitualmente Unidad de Recuperación Postanestésica, pero en ocasiones es la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria, o la Unidad de Cuidados Intensivos. El anestesiólogo solo informará en caso de complicaciones médicas o anestésicas que puedan cambiar la evolución esperada del paciente.
¿Se puede visitar al paciente en la Unidad de Recuperación?: esta unidad es una unidad “abierta”, es decir, que no dispone de habitaciones aisladas para cada paciente, con un alto grado de ocupación y continuas entradas y salidas de pacientes. Por todo ello, y por la brevedad del tiempo de estancia, lo habitual es no permitir la visita de familiares. Los médicos anestesiólogos de la Unidad informan a los familiares en caso de que surjan complicaciones que prolonguen la estancia. En estancias prolongadas durante más de seis o doce horas, se permite la visita de familiares en función de la situación de la Unidad, sin que sea posible establecer horarios específicos de visita.
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